El Modelo de Habilidades de Mayer y Salovey

Se centra en entender la inteligencia emocional como una capacidad cognitiva que permite a las personas procesar y manejar información emocional de manera eficaz.
Percepción emocional: Es la habilidad básica de reconocer y diferenciar las emociones, tanto en uno mismo como en los demás. Esto incluye identificar señales emocionales en expresiones faciales, tono de voz, lenguaje corporal, y comprender los propios sentimientos.
Facilitación emocional: Se refiere a la capacidad de usar las emociones para mejorar el pensamiento y el razonamiento. Por ejemplo, ciertos estados emocionales pueden ayudar a priorizar tareas, ser más creativos o analizar problemas desde diferentes perspectivas.
Comprensión emocional: Consiste en analizar emociones complejas, reconocer cómo pueden evolucionar con el tiempo y entender las relaciones entre diferentes emociones. Por ejemplo, saber que la frustración puede ser un paso previo a la ira o que la tristeza puede llevar a la reflexión.
Regulación emocional: Es la habilidad de manejar las emociones para adaptarse a las circunstancias de manera efectiva. Esto incluye tanto mantener estados emocionales positivos como mitigar los negativos, asegurándose de que las emociones no interfieran en la toma de decisiones o interacciones sociales.
Mayer y Salovey propusieron que estas habilidades trabajan de manera integrada, permitiendo que las personas se adapten y funcionen mejor en diversas situaciones sociales y personales. Este modelo tiene aplicaciones en áreas como la educación, el liderazgo, la psicología y el manejo del estrés