Modelo de Rasgos de Petrides y Furnham

(2001): Este modelo conceptualiza la inteligencia emocional como un conjunto de rasgos de personalidad relacionados con la forma en que las personas perciben y manejan sus emociones. Incluye factores como la percepción de bienestar, la autorregulación emocional, la sociabilidad y la adaptabilidad.
Percepción de bienestar:
Refleja la tendencia de una persona a sentirse satisfecha consigo misma y con su vida en general.
Las personas con una alta percepción de bienestar tienden a ser optimistas y resilientes frente a los desafíos.
Autorregulación emocional:
Se refiere a la capacidad de manejar eficazmente las propias emociones, especialmente en situaciones de estrés o conflicto.
Incluye características como el autocontrol y la habilidad para mantener la calma.
Sociabilidad:
Implica la habilidad para interactuar de manera efectiva con los demás, incluyendo la comunicación clara y la empatía.
Las personas con alta sociabilidad suelen ser carismáticas y capaces de construir relaciones interpersonales positivas.
Adaptabilidad:
Esta dimensión abarca la capacidad de ajustarse a cambios y nuevas circunstancias.
Las personas con buena adaptabilidad son flexibles y se sienten cómodas enfrentando lo desconocido.
El enfoque de Petrides y Furnham resalta que estas características son medibles a través de cuestionarios de autoinforme, como el Trait Emotional Intelligence Questionnaire (TEIQue), y que son relativamente estables en el tiempo. Este modelo ha encontrado aplicaciones prácticas en áreas como la selección de personal, el desarrollo profesional y la mejora del bienestar general.